NUESTRO PROPOSITO Y MISION

-NUESTRO PROPÓSITO-

INTRODUCCIÓN

‘Propósito’ se describe como ‘el fin al cual nos llevan nuestros esfuerzos’. Toda organización tiene un propósito. Un negocio existe para ganar dinero por medio de la venta de mercancía o servicios rendidos. El gobierno de un país existe para proteger a sus ciudadanos y gobernarlos.

El Señor Jesús sirve como un gran modelo en el área de propósito. El sabía para que había venido a la tierra y adónde iba. El tenía un gran propósito: redimir al mundo (Lc 4:18-19).

Para que las iglesias sean realmente eficaces en el  mundo hoy día, deben tener un sentido claro de propósito y misión. Sin ello, podemos malgastar energía y recursos haciendo cosas que no somos llamados a hacer.

 

El Ministerio  Misión Cristiana ∆lpha & Ωmega  existe para

 glorificar a Dios al evangelizar  las naciones, edificar a los creyentes y servir a la sociedad.

 

*ADORACIÓN*

     El propósito es el “para qué” estamos aquí. Todo lo que hay, existe para glorificar (magnificar) a Dios. Esto incluye la Iglesia.

. (Rom 11.36 ; Ef 3.21 ; Isa 43.7)

     La Biblia enseña que hay un propósito principal al cual gira toda la creación; es glorificar a Dios mismo.  La iglesia existe para adorar a Dios.  ¿Cómo amamos a Dios con todo nuestro corazón? ¡Adorándole!   La gloria de Dios representa todo lo que es verdadero de Él; Su naturaleza, atributos, carácter y acciones. Glorificar a Dios es Su intención principal para la eternidad y  el propósito central de la existencia del hombre.   El está ejecutando Sus propósitos eternos  hacia este fin. Glorificar  a  Dios es  el propósito  último de  la Iglesia   (Rom 15:6,9;  II Tes 1:12;  1Ped 4:11)  Dios se  glorifica (se revela, se conoce)  cuando  le adoramos  (Jn 4:23), oramos, le alabamos 

(Sal 50:23) y cuando vivimos vidas santas (Jn 15:8) Así que, declaramos nuestro propósito, magnificando a Dios por medio de la evangelización. Esto es verdad para individuos, tanto como para Su Iglesia.

 

-NUESTRA MISIÓN-

INTRODUCCIÓN

 “La misión” de una iglesia se refiere a lo que ella hace. ¿Qué es lo que pretendemos hacer en esta iglesia?   Esta iglesia existe para: Transformar a las personas en seguidores de Cristo. Evangelizamos para hacer discípulos y discipulamos para hacer evangelistas (Mat 4.19.)

Ahora, ¿cómo llegamos a establecer esta declaración misión? Todo empieza con un entendimiento de lo que la Biblia dice acerca de lo que es nuestro propósito de vida.

Empezando desde nuestro propósito, podemos llegar a definir nuestra misión haciéndonos unas preguntas prácticas.

A. Si nuestro propósito de vida es magnificar a Dios, ¿cómo lo hacemos (cómo glorificamos a

Dios)?  Vea lo que Cristo dice: (Juan 17.4)

   1. Uno glorifica a Dios en la tierra acabando la obra que Dios le ha dado que hacer.

   2. Esto resulta en otra pregunta práctica.

B. ¿Cuál es nuestra obra en la tierra (la obra que Dios nos ha dado que hacer como cristianos viviendo durante la época de la Iglesia)?  Vea lo que 

    dice la Biblia (los escritos de Pablo,

nuestro Apóstol):  (I Cor.14:26 ; Ef. 4:11-12)

C. Todo lo que hacemos en la obra del ministerio en (y a través de) esta iglesia es para este fin: edificar el cuerpo de Cristo, la iglesia.

   1. Edificar quiere decir “construir” (en el sentido de “hacer” un edificio o “hacerlo más grande”).

  2. ¿Cómo edificamos la iglesia, cómo la hacemos más grande?  Solo hay tres maneras:

      a-Evangelismo: añadir miembros a la iglesia, hacerla mas grande en número.

      b-Edificación: ayudar a los miembros a crecer, madurar en la fe y en Cristo. (Discipulando)

       c-Servicio: cuando servimos a nuestro próximo, estamos demostrando que Dios ama a través  del servicio  satisfaciendo sus necesidades y sanando sus

           heridas en el nombre de Jesús.

           La iglesia debe ministrar a toda clase de necesidades: espirituales, emocionales, relacionales y  Físicas.

D. En conclusión, empezando con nuestro propósito de vida, hemos llegado a establecer nuestra misión.

   1- Primero, a través del evangelismo y luego a través del discipulado y el servicio

      al  próximo.

   2- Esta es la misión de nuestra iglesia.  Es lo que hacemos para magnificar a Dios.   

   3 -Examinemos ahora en detalle nuestra misión:

-I-

*EVANGELIZACIÓN*

-En Mateo 28:18-20 aprendemos que hay una tarea ambiciosa que nos enfrenta. La Gran Comisión es un mandato que debe obedecer cada generación de cristianos. Con este mandato, Él promete Su presencia hasta que cumpla la tarea. Este mandato se llama la Gran Comisión debido a la magnitud de la tarea que Jesucristo asigna a todos sus seguidores.

COMPRENDIENDO LA GRAN COMISIÓN

En la Gran Comisión, Jesús pone en claro Su propósito para Su Iglesia hasta Su venida. Estas palabras son muy importantes y merecen una reflexión cuidadosa. Abajo está una traducción literal de Mateo 28:18-20 del griego original:

Toda autoridad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, yendo, hagan discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que observen todas las cosas que les he mandado; y estaré con ustedes todos los días, aún hasta el fin”.

Las palabras centrales en la Gran Comisión son “hacer discípulos”. Debido a que es el único verbo imperativo en la Gran Comisión, lleva el deseo más grande que Jesús tiene para Sus seguidores.  Hacer discípulos, por eso, es el corazón de la Gran Comisión. Otros dos verbos, ambos participios, “bautizando” y “enseñando”, con sus frases enteras, expanden y explican la acción principal de “hacer discípulos”. El hecho de hacer discípulos a través de bautizar y enseñar tiene un sujeto expresado en la frase “a todas las naciones”. El mandato toma por hecho que él que está haciendo discípulos está “yendo”. Es más, la promesa de que Jesús está con los que están haciendo estas cosas rodea el mandato entero.

La Biblia enseña claramente que hay un propósito externo para la iglesia. Es un propósito que pone

el enfoque de la Iglesia fuera de sí misma. Es la razón por la cual Jesús vino a alcanzar a los perdidos (Lc 19:10). Jesús dijo, “Como me envió el Padre, así también yo os envío.” (Jn 20:21).

Este propósito externo de la Iglesia es alcanzar a los perdidos- el evangelismo y las misiones.

Este proceso, evangelizar y discipular es el de transformar a alguien en seguidor de Cristo.

-II-

*EDIFICACIÓN*

La Biblia enseña que la Iglesia existe para edificar o educar al pueblo de Dios. La mayor parte de las epístolas fueron escritas a creyentes para edificarles en su vida cristiana y su ministerio para que pudieran lograr el propósito externo de alcanzar a los perdidos.

Como iglesia no solo estamos llamados a alcanzar a la gente sino también a enseñarles.  Luego de que alguien ha tomado una decisión para Cristo, debe ser discipulado.  Es responsabilidad de la iglesia desarrollar a las personas para que lleguen a la madurez espiritual.  Esta es la voluntad de Dios para cada creyente.

Efesios 4:11-16 explica bien el propósito interno de la Iglesia- edificar a los creyentes. El entrenamiento y la capacitación de la gente de Dios como una comunidad (en adoración, enseñanza, compañerismo y funciones de nutrición) dirigen al cumplimiento del propósito externo.

 

-III-

*SERVICIO*

Cuando servimos a nuestro próximo, estamos demostrando que Dios ama a través del servicio.  Demostramos el amor de Dios a otros satisfaciendo sus necesidades y sanando sus heridas en el nombre de Jesús.  La iglesia debe ministrar a toda clase de necesidades: espirituales, emocionales, relacionales y físicas.  Jesús dijo que hasta un vaso de agua fría dado en su nombre era considerado como un ministerio y que no quedaría sin recompensa  Marcos 9:41  y luego Santiago nos deja una enseñanza Santiago 2:15-17,22,26  

Lamentablemente, en muchas iglesias el ministerio de servicio  ocupa un lugar muy pequeño. En cambio, la mayoría del tiempo se ocupa en reuniones.  La fidelidad generalmente se define en términos de asistencia en lugar de en términos de servicio, y los miembros simplemente se sientan y se olvidan del gran mandamiento “Amarás a tu prójimo”  Mateo 22:39.

 

Conclusión

El propósito de la iglesia se puede simplificar en esta manera: adoración, edificación, evangelización y servicio.   La gente de Dios se reúne para adoración y edificación para poder dispersarse y hacer el trabajo de evangelismo y servicio. Estos son propósitos interrelacionados. Ninguno debe existir aparte de los otros. El propósito interno (edificación) sirve el propósito externo (evangelismo y servicio) y estos sirven para glorificar a Dios (adoración). Conforme los seguidores de Jesús se juntan para el propósito interno de edificarse (Ef 4:11-16), amarse (Jn 13:34-35), y practicar las funciones del Nuevo Testamento (Hech 2:42-47), son mejores equipos para la tarea externa de alcanzar al mundo perdido.

-Esta es la misión de nuestra iglesia.  Es lo que hacemos para magnificar a Dios.

 

La siguiente pregunta que se nos surge, después de entender nuestro propósito y nuestra misión, es esta: ¿Cómo pretendemos cumplir con la misión?”  Esta pregunta se trata de nuestra “estrategia”.  (VER ESTUDIO “NUESTRA ESTRATEGIA DE TRABAJO”)